La restauración y conservación del Patrimonio Cultural exige un conocimiento profundo y riguroso de los bienes que lo integran: su historia, sus significados, su valor social, artístico y estético, las circunstancias, procesos y contextos de su creación y de su evolución en el tiempo.
Los conocimientos que aportan las diversas especialidades humanísticas, en especial la Historia, Arqueología e Historia del Arte, resultan, en definitiva, imprescindibles a la hora de garantizar una correcta intervención en los bienes del Patrimonio Cultural. El IPCE cuenta por ello con expertos en estas materias a la hora de abordar sus diversos trabajos de conservación y restauración.
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