Puede definirse la conservación preventiva como estrategia de identificación, detección y control de los factores de deterioro de los bienes culturales, con el fin de minimizar sus efectos en los mismos. Consiste en una actuación continuada en el entorno de los bienes para evitar, en la medida de lo posible, la intervención directa sobre los mismos.
La complejidad en la conservación de los bienes culturales, en especial de algunos, como los centros históricos de las ciudades, los paisajes culturales, el arte rupestre y los bienes culturales ligados a ecosistemas naturales, o los componentes del patrimonio inmaterial, exige herramientas específicas y complejas, muy diferentes a las desarrolladas hasta ahora, para la aplicación de estrategias adecuadas de conservación preventiva.
Texto completo del Plan: Plan Nacional Conservación Preventiva National Plan for Preventive Conservation
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