Con el fin de abordar los trabajos de estudios previos para la restauración del retablo se solicita su fotogrametría estereoscópica, consistente en un dibujo de línea continua 3D que reproduce con todo detalle el modelo y en el que se diferencian, por medio de un código cromático, los diferentes elementos constitutivos del retablo: armazón, altorrelieves, figuras de bulto redondo, etc. Para aportar toda la información necesaria sobre su geometría, se trazaron asimismo secciones horizontales y verticales.
Todo ello permite al arquitecto diseñar el andamio adecuado para llevar a cabo los trabajos de restauración y proporciona al propio restaurador una base precisa y fidedigna sobre la que trazar los mapas de daños y de tratamientos.