El soporte de la imagen, realizada en madera policromada, presentaba pérdidas, desprendimientos y grietas puntuales, especialmente en el cordón tallado, la capucha y las molduras de la peana. Un estudio radiológico reveló que de los dos ojos, sólo el derecho era original, mientras que el izquierdo había sido repuesto con la técnica de tapilla. Por otra parte, el estado de conservación de la capa pictórica era muy deficiente; toda la superficie aparecía oscurecida debido a la acumulación de polvo y contaminación ambiental y se observaban pérdidas puntuales de policromía, que dejaban al descubierto la preparación blanca o el soporte. Cabe destacar, por último, la presencia de pequeños retoques y repintes repartidos por toda la superficie.
Tras la realización de un reportaje fotográfico previo y las oportunas pruebas de fijación y limpieza, el tratamiento de restauración se inició con la fijación de la policromía desprendida mediante cola de conejo diluida en agua y la limpieza de la superficie. A continuación se llevó a cabo la reintegración de las grietas localizadas en la capucha de la imagen y las molduras de la peana y la reintegración cromática con veladuras de acuarela de las zonas que todavía conservaban la preparación. Para la protección final de la obra se pulverizó sobre la obra una resina Dammar diluida al 3% en White Spirit.