Las seis esculturas, procedentes del primer retablo de la Virgen de la Antigua de la Catedral de Granada, que en su conjunto representan la transición del manierismo al naturalismo barroco en uno de los padres de la escuela escultórica del barroco andaluz, Pablo de Rojas, acusaban la necesidad de estabilización del soporte y la inestabilidad de la policromía, así como una capa general de suciedad en superficie.
El objetivo de la intervención es el estudio, la restauración y la consolidación del conjunto de piezas a nivel técnico y material con el fin de mejorar su conocimiento y asegurar su preservación.
El IPCE, previo al proceso de conservación y restauración, ha realizado en las esculturas labores de estudio radiológico de la talla y de la superficie, y de análisis de los materiales constitutivos, madera y policromía, para de esta manera identificar dichos elementos y profundizar en el conocimiento de las características técnicas de las piezas, así como de su estado su conservación.