Período de ejecución: 2007 - 2008
El palacio del Infantado, en Guadalajara, fue construido entre 1480 y 1492 por Juan Guas por encargo el segundo duque del Infantado, don Iñigo López de Mendoza y Luna. Las patologías que afectan al edificio derivan en primer lugar de las características de la piedra caliza de Tamajón con que se construyó. A ello se unen las condiciones climáticas extremas, con cambios bruscos de temperatura, las humedades de diferente origen, el ataque biológico y fundamentalmente las deyecciones de palomas; todos ellos han alterado en el transcurso de los años su estado de conservación.
La intervención del IPCE ha consistido en un trabajo inicial de estudios previos para conocer en profundidad la obra; una fase de limpieza en la que se utilizaron micro-esferas de vidrio en zonas muy puntuales y se comenzaron a tratar las zonas afectadas por ataque biológico con un biocida basado en ácido fórmico. La eliminación de morteros que habían perdido sus características precedió a las tareas de rejuntado y reintegración volumétrica. Se realizaron un total de siete reproducciones de la cabeza de uno de los leones para reponer originales perdidos en casos muy concretos; la adhesión de fragmentos con un tipo de resina epoxi clicloalifática y las labores de cosido de fragmentos con varilla de fibra de vidrio lisa fueron actuaciones que precedieron a la reintegración cromática por estarcido del color sobre la superficie pétrea, fácilmente discernible y diferentes del resto de pátinas. La redacción y puesta en marcha de un tratamiento de conservación preventiva que incide de forma especial en el control de la población de aves de la zona, completó la intervención de este Instituto.