El principal interés artístico del monasterio de san José de las Batuecas, ubicado en el término municipal de La Alberca (Salamanca) y fundado en 1599 por los carmelitas descalzos conforme a sus reglas de sencillez y austeridad, radica en su configuración arquitectónica, única conservada de esta tipología en España. El conjunto se dispone en torno a la iglesia, situada en el centro del espacio delimitado por el claustro. El cierre del monasterio en 1836, a raíz del decreto de desamortización de los bienes eclesiásticos, inauguró un largo periodo de abandono. Además, un incendio acaecido en 1872 casi supuso su ruina, arrasando una parte importante de la riqueza forestal del valle de Las Batuecas, así como las cubiertas de madera y pizarra de los edificios. Los religiosos regresaron al monasterio a mediados del pasado siglo, época en la que se hicieron algunas modificaciones en la configuración del conjunto que ahora han sido eliminadas para recuperar la tipología original del monasterio.
El proyecto realizado por el IPCE ha completado la cubierta de la iglesia, lo que ha permitido recobrar los espacios correspondientes al crucero, el presbiterio, la sala capitular y la biblioteca. La parte nueva de la techumbre (294 metros cuadrados) está formada por una armadura de madera similar a la conservada y se apoya en pilares construidos con la piedra procedente de la mencionada demolición, igual que la pizarra que cubre la cara exterior. Por otra parte, en la fachada oeste, resultó necesario reconstruir el hastial, derribado tras el incendio.
La zona conservada de la cubierta también ha sido objeto de restauración y otras actuaciones, como la apertura de tres buhardillas en la esquina suroeste, del mismo tipo que las existentes, para dar más luz natural al interior. Con ese mismo fin se han abierto las ventanas que permanecían cegadas en las capillas laterales del crucero. La intervención ha incluido la restauración de más del 60% de las puertas y ventanas, la instalación de otras nuevas en la fachada oeste y los forjados de madera, con sus correspondientes solados, de la sala capitular y la biblioteca, así como instalaciones de electricidad y saneamiento.